Tés funcionales: cuál tomar según tu necesidad

Estrés, insomnio, indigestión, cansancio... todos enfrentamos estos males cotidianos y a veces buscamos alivio en soluciones rápidas. Pero ¿sabías que una simple taza de té caliente puede ser tu mejor aliada natural para cada una de esas situaciones? Los tés funcionales son aquellas infusiones tradicionales a las que se les atribuyen beneficios específicos para la salud. Nuestras abuelas ya confiaban en remedios como la tila para los nervios o el anís para el estómago, y hoy la ciencia y la sabiduría popular confluyen, haciendo que infusiones como tila, laurel, anís estén entre las más buscadas por sus efectos positivos.
En este artículo te guiaremos por un recorrido aromático y terapéutico: descubrirás qué té o infusión tomar según tu necesidad. Ya sea que necesites relajarte antes de dormir, aliviar una digestión pesada, cargarte de energía por la mañana o simplemente reconfortar el alma, existe un té ideal esperándote. Además, aprenderás cómo prepararlos correctamente, el mejor momento del día para tomarlos y hasta cómo potenciarlos con superalimentos como la clorofila o la espirulina.
Para relajarte y dormir mejor
Cuando la mente va a mil por hora o el estrés te quita el sueño, ciertas infusiones pueden ser un bálsamo natural. En especial, dos de ellas brillan por sus propiedades sedantes: la tradicional tila y el delicado té de jazmín. Estas bebidas actúan como tranquilizantes suaves que te ayudan a desconectar, reducir la ansiedad y preparar el cuerpo para un descanso reparador.
Tila (Tilo): el clásico contra la ansiedad y el insomnio
La tila, proveniente de las flores del tilo, es posiblemente el té relajante más conocido. ¿Quién no ha escuchado la frase "tómate una tila" en un momento de nervios? Esta infusión se ha ganado su fama a pulso: contiene compuestos naturales (como el kaempferol y la quercetina) con efecto calmante sobre el sistema nervioso, ayudando a aliviar la ansiedad, el estrés e incluso el estado de ánimo decaído. Por ello, muchos la utilizan como somnífero suave para conciliar el sueño sin necesidad de medicamentos.
Lo mejor de todo es que la tila es muy segura y fácil de preparar. Simplemente pon a infusionar una bolsita (o una cucharada de flores secas de tilo) en una taza de agua hirviendo, déjala reposar unos 5-8 minutos y bébela tibia. Su sabor es suave y ligeramente dulce, a veces con toques mentolados si lleva hojas. Los expertos aconsejan tomar el té de tila antes de dormir para aprovechar al máximo sus cualidades relajantes.
Té de jazmín: aroma floral para la calma
El té de jazmín es otro aliado cuando buscas relajarte y elevar el ánimo. A diferencia de la tila, el jazmín no es una hierba sedante per se, sino que suele ser té verde o té blanco aromatizado con flores de jazmín. Esta combinación única aporta lo mejor de ambos mundos: por un lado, el suave estímulo del té verde, y por otro, el efecto calmante del aroma de jazmín. Estudios han observado que el olor de las flores de jazmín tiene un impacto directo en el sistema nervioso, ayudando a reducir la tensión y mejorar el estado de ánimo. ¿Has notado cómo un perfume puede cambiar tu humor? Pues beber té de jazmín es como un perfume para tu interior: su fragancia floral inunda tus sentidos y te induce una placentera sensación de tranquilidad.
Aunque contenga algo de cafeína (al ser generalmente una variedad de té verde), el té de jazmín suele tener menos cantidad que un té negro o un café, y además viene acompañado de L-teanina, un aminoácido del té verde que promueve la relajación sin somnolencia. Muchos amantes del té encuentran en una taza de jazmín por la tarde el equilibrio perfecto: les despeja la mente pero a la vez los serena. Eso sí, si eres muy sensible a la cafeína evita tomarlo muy de noche; en su lugar, disfrútalo a media tarde o al atardecer, para relajarte después de un día ajetreado.
Cómo prepararlo: Calienta agua pero sin que llegue a hervir (unos 80°C es ideal). Añade una cucharadita de té verde con jazmín (o un saquito) y deja infusionar solo 2-3 minutos, ya que el té verde puede amargar si se pasa de tiempo. Cuela y sirve. Puedes realzar su dulzura natural con una cucharadita de miel si lo deseas, aunque puro ya es una delicia aromática.
PRUEBA NUESTRO DELICIOSO TÉ DE JAZMÍN
Para mejorar la digestión y aliviar malestares
¿Pesadez estomacal después de comer? ¿Gases o cólicos molestos? Antes de recurrir a antiácidos, prueba con una infusión tradicional: hay tés funcionales magníficos para apoyar el sistema digestivo. Entre ellos destacan la infusión de anís y el té de laurel, conocidos por sus propiedades carminativas (contra gases) y digestivas. Estas hierbas ayudan a tu organismo a procesar los alimentos y a calmar posibles inflamaciones o espasmos en el tracto gastrointestinal.
Anís: infusión digestiva y carminativa
El té de anís (ya sea de anís verde o anís estrellado) es un remedio casero infalible para el malestar digestivo. Sus semillas contienen aceites esenciales con efecto carminativo, es decir, que favorecen la expulsión de gases y reducen la hinchazón abdominal. De hecho, esta infusión se ha utilizado durante siglos después de comidas copiosas para evitar la indigestión.
Pero los beneficios del anís no terminan en el estómago. Curiosamente, también se le atribuyen propiedades expectorantes (ayuda con la congestión y la tos) y un suave efecto relajante. El aroma dulce y reconfortante del anís puede calmar los nervios y aliviar el estrés, aportando un efecto de relajación similar al de otras infusiones.
Cómo prepararlo: coloca una cucharadita de semillas de anís (machacadas ligeramente para que liberen más aroma) en una taza de agua hirviendo. Deja reposar 5 a 10 minutos y cuela antes de beber. Si usas anís estrellado (las estrellas secas), con una o dos estrellitas es suficiente para una taza. Tómalo despacio, preferiblemente tibio. Verás que su sabor es naturalmente dulce, por lo que no suele necesitar azúcar; si quieres, endulza con un poco de miel que también es buena para la garganta.
o PRUEBA SEMILLAS DE ANÍS DE NEGRO MOSTAZA AQUÍ
Laurel: alivia la indigestión y cuida tu sistema gastrointestinal
La hoja de laurel, esa que usas para dar sabor a guisos, también puede transformarse en un té medicinal poderoso. El té de laurel es muy apreciado por sus efectos digestivos: tradicionalmente se ha usado para combatir la indigestión, los gases y los cólicos estomacales. El laurel contiene compuestos activos como el cineol y el eugenol, que favorecen la digestión e incluso podrían ayudar a reducir niveles de colesterol en sangre. Gracias a sus propiedades antiinflamatorias y antiespasmódicas, una infusión de laurel puede calmar ese dolorcito de estómago tras una comida pesada y reducir la inflamación abdominal.
Además de su uso digestivo, el laurel tiene un aroma herbal intenso que despeja las vías respiratorias (no en vano se utiliza en vahos para congestión nasal) y aporta antioxidantes que benefician la salud en general.
Cómo prepararlo: Hierve una taza de agua y cuando esté burbujeando añade 2 o 3 hojas de laurel secas (lavadas previamente). Tapa el recipiente y deja hervir a fuego bajo unos 5 minutos, luego apaga y reposa otros 5 minutos. Retira las hojas y bebe la infusión templada. Por su sabor fuerte, puedes agregar una rodaja de limón o un poco de miel para suavizar. Es ideal beberlo después de comer, especialmente si la comida fue abundante o rica en grasas. Notarás tu vientre más ligero al cabo de un rato. Eso sí, modera su consumo: 1 a 2 tazas al día son suficientes cuando lo necesites. Y si estás embarazada o tienes alguna condición especial, consulta con tu médico antes de tomarlo habitualmente (esto aplica en general para cualquier hierba).
Para aumentar tu energía de forma natural
Cuando sientas ese bajón de energía en la mañana o a media tarde, antes de correr por otro café cargado considera un impulso más natural y suave: el té verde. Dentro de la categoría de tés funcionales, el té verde es el rey de la energía saludable. No solo te despierta gracias a su cafeína moderada, sino que viene repleto de antioxidantes y otros compuestos que benefician tu cuerpo en múltiples frentes. Si necesitas concentración, vitalidad y además quieres cuidar tu salud a largo plazo, una taza de té verde es tu mejor opción.
Té verde: energía limpia y antioxidantes poderosos
El té verde (Camellia sinensis sin fermentar) es famoso por sus numerosos beneficios. Contiene cafeína suficiente para espantar la modorra, pero menos que el café, lo que da un efecto más estable y menos agitado. Además aporta L-teanina, que promueve un estado de alerta calmada y mejora la concentración. Así obtienes un impulso de energía sin los picos y caídas bruscas que a veces provoca el café. Diversos estudios señalan que el té verde puede mejorar la función cerebral y hasta el estado de ánimo gracias a esta combinación de cafeína + teanina.
Para aprovechar sus bondades energéticas, el momento ideal para tomar té verde es por la mañana o temprano en la tarde. Evita consumir té verde muy tarde (después de las 5-6 pm) para que la cafeína no interfiera con tu sueño.
Cómo prepararlo: Usa agua caliente pero no hirviendo (alrededor de 80-85°C). Añade una cucharadita de té verde o un sobre por taza. Deja infusionar solo 2-3 minutos y retira las hojas o bolsa. Si lo dejas mucho, liberará más cafeína pero también más taninos amargos. Puedes disfrutarlo solo o agregarle unas gotas de limón (que además aumenta la absorción de sus antioxidantes) o un poco de miel. En verano, pruébalo frío con hielo y menta: obtendrás un iced tea verde refrescante y energizante a la vez.
Te animo a que experimentes con estas infusiones y descubras cuáles se adaptan mejor a tu cuerpo y estilo de vida. Haz del momento de tomar té un pequeño ritual diario, un espacio de calma y autocuidado en medio del ajetreo. Verás que no solo es lo que bebes, sino cómo lo bebes: tómate esos minutos para ti, respira el aroma, saborea despacio. Tu bienestar integral –físico y mental– se verá beneficiado.
Por último, comparte este conocimiento con quienes creas que lo necesitan. Seguro conoces a alguien que lidia con estrés, insomnio o problemas digestivos y agradecería estos consejos naturales. En un mundo lleno de píldoras y soluciones exprés, volvamos la mirada a lo simple y lo natural. Las respuestas han estado siempre ahí, flotando en una taza de té caliente. ¡Salud por tu bienestar!